“You will be enriched in every way so that you may be generous on every occasion, which is producing through us thanksgiving to God.” 2 Corinthians 9:11
By Lucy Berrios-Taveras
According to the Merriam-Webster dictionary, the definition of generosity is: the quality of being kind, understanding, and not selfish. But how do you measure your generosity? Do you measure your generosity by the amount of accolades you receive or do your actions become the catalyst for others to thank God for his mercy?
I am a firm believer that generosity begins with the spirit of God. Becoming attune to the Spirit of God brings deep understanding and consciousness of what is truly needed; physically, emotionally, and spiritually. The individualistic culture many of us are accustomed to often prevents us from being generous with our compassion. We hold back for fear of being hurt or disappointed but God reminds us that our generosity will result in thanksgiving to God. We do not need to worry about what happens when we are generous with the gifts that God has given to us.
Thanksgiving season is upon us. Let us all throw unkindness, misunderstanding, and selfishness out the window! Let us remind ourselves that we can make a difference in the lives of others through our generosity, conscious that our actions are for the glory of the one who is unbelievably generous to us. May our actions cause others to come to the realization that our generous God is truly still speaking.
“Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos [y generosas], y para que por medio de nosotros [y nosotras] la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.” 2 Corintios 9:11
Por Lucy Berrios-Taveras
Según el diccionario Merriam-Webster, la definición de la generosidad es: la cualidad de ser amable, comprensivo, y no egoísta. Pero usted, ¿cómo mide su generosidad? ¿Será que usted mide sus actos de generosidad por la cantidad de elogios que recibe, o será que sus acciones se convierten en el catalizador para que otros [y otras] le den gracias a Dios por su inmensa misericordia?
Yo firmemente creo que la generosidad comienza con el espíritu de Dios. El estar en sintonía con el Espíritu de Dios trae comprensión profunda y a conciencia lo que verdaderamente es necesario; tanto físicamente, emocionalmente, como espiritualmente. Muchos de nosotros [y nosotras] estamos acostumbrados(as) a la cultura individualista, y a menudo este modo de vida nos impide ser generosos(as) con nuestra compasión hacia otros(as). Tenemos miedo a ser heridos(as) o decepcionados(as), pero Dios nos recuerda que nuestra generosidad se convierte en agradecimiento a Dios. Por tanto, nosotros(as) no tenemos que preocuparnos de lo que va a suceder cuando somos generosos(as) con los dones que Dios nos ha dado.
La temporada de Acción de Gracias está cerca. ¡Vamos todos [y todas] a tirar por la ventana el no ser amable, la incomprensión y el egoísmo! Recordemos que todos [y todas] podemos hacer una diferencia en las vidas de otros [y otras] a través de nuestra generosidad, conscientes de que nuestras acciones son para la gloria de aquel que es increíblemente generoso con nosotros [y nosotras]. Que nuestras acciones causen que otros [y otras] lleguen a la conclusión de que nuestro generoso Dios todavía está hablando.